martes, 11 de abril de 2017

¡Eres Tú, Mujer, La Reina!




¡Oh mujer! tu piel de arándano luna
florece en bálsamos de rosa mosqueta,
tu cuerpo manantial, tu entraña cuna,
¡Musa del pintor, el músico y poeta!

En tu pecho tiemblan dos flores de coral
crisoles de mana, polen y sabia,
tienes la dulzura de mil rosas de Arabia
y en tu boca fluyen de mieles un panal.

El cielo amanece en el claro de tus ojos
y semejan tus pupilas del cielo dos perlas,
los ángeles suspiran tan solo con verlas
y nacen en tus labios dos claveles rojos.


Tu largo cabello el céfiro peina
te envuelve delicado en su azul celaje
y canta glorioso mujer como homenaje
de todas las creaciones: ¡ERES TU LA REINA!


¡Cuando Te Veo!


Cuando te veo mis húmedas pupilas
son lunas en hoguera, celestes sibilas.
Espejeando tu candor, tímidas reguilan.

Algo en mi corazón se me agiganta
baja y silba, asciende y canta
cual gota de rocío al besar la planta

o sedoso arrebato de mirífica crisálida
que dormitando en su capullo cuasi pálida
escapa de su prisión y a tu prisión cálida

en giros revoltosos enamorada asoma
convertida en mariposa multicroma
cautiva en tu pecho se desploma.

Cual gasa de arrebol que en la nube desmaya
o mar acariciando insólita playa
algo dentro mío se estremece y calla.


jueves, 26 de mayo de 2016

No Pretendo


Remonta libre picaflor travieso
tu vuelo entre dulzores de alegreta,
yo no pretendo ser lirico poeta
ni mucho menos en mi jaula preso

Habré de retenerte… es por eso
Colibrí de insaciable alma inquieta
revuela entre vergeles y mosquetas
en busca de otra miel, otro embeleso.

Libres, tus alas libres tan alto alza
no pretendo retener tu alma, cautiva,
viaja, goza, degusta… tantas flores liba

Dalias, gardenias, rosas y jazmines
si de tanto libar tu ser se cansa
no vuelvas a cruzar por mis jardines.



Insaciable Colibri

Adornando un jardín, una rosa carmesí
diáfana adorna la esfera
semeja sol de un rubí
nutrido de primavera.

En donosa doncellez de su licor un colibrí
ansioso liba su rivera,
va prendido de sus labios con fulgor y frenesí
por ser su amante, flor primera.

La rosa de carmín vestida de pompa
y de suntuosa elegancia
a él desprende lo que adorna,

todo el néctar de su miel
y su solemne fragancia,
y no contento en su bien se prende sobre un clavel.




martes, 17 de mayo de 2016

Una Tarde De Junio


En un íntimo instante una tarde de junio
remó mi alma entre olas en un vuelo jocundo,
en balanceo afiebrado de mar en novilunio
mi corazón anclado hallóse en lo profundo

de tus índigos ojos rumores de infortunio.
Galopaste hipocampo en paso errabundo
hacia mis arrecifes de líquenes fecundos
_caracola y coral_ en breve plenilunio.

Siendo ola escondida en un vuelo de espuma
el cardumen de tus besos emigró de mi boca
confundióse tu barca en ambarina bruma

Igual como llegaste así mismo te fuiste
y fue tu ausencia obscura como un golpe de roca
dejando oh capitán mi playa sola y triste. 

lunes, 16 de mayo de 2016

¡Vete Con Ella!


Dices y dices que no me quieres más
que otro amor bonito tu pecho devora,
que ella es llama y lumbre, sol, luna y aurora
y de mi nombre te olvidaste ya.

Divides el camino, alzas un muro
_Que pronto me olvidaste_ ¿Estás seguro?
Entonces por qué ese brillo en tu mirar?
¿Por qué vuelves a cruzar por mi celaje
dejando en tus labios el mensaje
de que en mi boca quisieras posar?

Y dices y dices que soy flor apagada
que por mi tu corazón no siente nada
y que soy poquita cosa para ti.
¿Entonces por qué tanta amargura?
si vas de su mano, tu senda es obscura
y giras luminosos tus ojos hacia mí.

Si es verdad que tan pronto me olvidaste,
que mi cariño al suelo lo tiraste:
no me mires, no me busques, no me llames,
no suspires, no me agobies, no reclames
¡Y vete con ella muy lejos de aquí!

-Aunque no es soneto-


Cometa Fugaz






En dónde esta la luz incandescente
que cruzará errabunda cual cometa
del cósmico nadir a mi alma inquieta
robándole el claror a la creciente

luna de cristal que ahora silente
apaga de fulgor blanca silueta
y en galaxias de nimbo ultravioleta
rebusca el fugaz astro fulgente.

Surcaste a otro cielo meteoro,
vislumbro lejano etéreos cromos
desde tu éxodo efímero y veloz.

Solo queda brillante polvo de oro
y estela indeleble en áureos domos
desde el breve silencio de un adiós.